jueves, 8 de diciembre de 2011

Breve recuerdo...

Un día reposando bajo el cobijo de la sombra de un manzano me adentré en mis pensamientos. Entonces, volví a levantar la mirada, a recordar lo que había sido tu pensamiento en mi sufrimiento. Recordé las largas noches en las que intentaba olvidarte cuando mis mas profundos miedos detenían y frustraban lo que pudo haber sido una exquisita y pura muestra de amor. Si, quizás estaba equivocado contigo, con tu imagen, con lo que había escuchando de ti. También recordé uno de los días mas tristes desde que te conocí. Ese día me di cuenta de lo vacío que estabas, el ego potencial que emanaba de tu boca y de tus acciones. Nunca pensé que tal “ángel” pudiera estar tan contaminado. Pero aún así decidí conservar tu pensamiento, pues la gran suciedad que rondaba tu mente solo quería decir una cosa: tu incapacidad de sentir y la necesidad de recibir. Nunca pude estar al alcance de la situación porque las personas no aman con palabras, aman con hechos y eso es algo que no pudiste comprender. Aún así, yo hice un juramento y estoy dispuesto a cumplirlo. Y eso me recuerda que debo despertar y volver a bajar la mirada. ¿La razón? Sigues aquí y estoy intentando olvidarte con la misma fuerza que tenía cuando decidí “desaparecer del camino”

lunes, 5 de diciembre de 2011

Compromisos en tiempos de diversidad? (parte 2)

Hace poco leí una noticia sobre que los Japoneses (los hombres más familiares de todo el mundo) están dejando de tener relaciones formales en pareja y esto de verdad que es una tendencia muy común en estos tiempos de diversidad. Cuando hablamos de diversidad no solo me refiero a la diversidad sexual. Abarca desde la “química” hasta cosas en concreto como lo que se busca y quiere de una pareja. ¿acaso no es un enfoque egoísta? Si y no. Si porque en principio se busca una autosatisfacción y no porque para poder atender al mundo debemos atendernos a nosotros. En este sentido podríamos decir que la nueva tendencia, marcada desde la generación de los 90’s, busca primordialmente la superación en un sentido profesional, sentimental, económico etc. En realidad cada quien pone sus prioridades, que aunque no en todos los casos son las mismas la tendencia apunta y va hacia cuestiones económicas lo cual es discutible pero es aceptable, entonces buscaremos y estableceremos las relaciones que nos complementen y ahora si podemos ser empáticos y brindar esos “sentimientos recíprocos”.

Entonces estamos hablando de que esta generación de personas, en la actualidad aún jóvenes, rompe con el estereotipo de la “unidad social” que antes se consideraba como tal a la familia. Y la razón tiene orígenes culturales, por mucho tiempo la familia funcionó bien como motor e impulsor social porque aún había “límites”, “reglas”, “valores” y demás actitudes moralinas que en algunos cosos ponían orden pero en un trasfondo era absurdo. Dicho de otra forma “las reglas” de la familia tradicional servían excelentemente como medio de control, aunque esto frenaba y molestaba a mas de uno (sobre todo a los integrantes más jóvenes de la familia). Y de esto se trata las relaciones en tiempos de diversidad, el compromiso no existe porque el compromiso mismo representa límites y lo que quiere esta generación es un desarrollo total y profundo, entre mas integrales seamos mas crecemos como personas y más habrá valido la pena vivir.

Con ello no quiero decir que las relaciones de noviazgo sean malas o estén pasadas de moda, solo digo que la mente no tiene las agallas que el corazón tiene para invertir tiempo en una persona pero lo que si tiene es la libertad de ir y venir por donde se le antoje. Espero haber sido claro.

domingo, 4 de diciembre de 2011

"Cero" by Saria

Una disculpa por haberlos abandonado, pero ya estamos de regreso. En esta ocasión quiero compartirles algo de mi mejor amiga "Saria". Espero les guste:

Cero

En el espacio equívoco de la claridad se funde la duda con la angustia.
Los recuerdos y las decisiones tensan las aletargadas emociones.
Me pregunto ¿qué esperan de mí?
Me pregunto ¿qué consecuencias tendré?
Me pregunto si en ti existe la posibilidad de revivir.
No creo en tu palabra, sin embargo me valgo de ella.
La intuición se aferra a la incansable preocupación.
Te veo, te pienso, te sueño, pero ¿qué pasa si te quiero?
De cualquier forma no es suficiente para llenar esa anhelada paz.
Dime qué necesito, dime porqué me traicionan mis sentidos, mis pensamientos y mis presentimientos.
No eres pero estás.
No soy pero me tienes.
¿Es acaso tu forma de injusticia la que expresan tus acciones o tal vez sea el miedo que te paraliza al tomar una decisión?