El hecho es que la sobreproducción esta rebasando las “buenas intenciones” de los empresarios y buscar alternativas de producir responsablemente es un papel que no debe considerarse sencillo. Pero esto no importa mucho ya que todo es una apariencia apoyada en la publicidad y mercadotecnia que gira en torno a las ventas, finalmente las empresas así se venden y si hacerle creer al consumidor que la empresa es responsable socialmente, será superficial y será parte de su campaña publicitaria, y no importará mucho ya que siempre habrá alguien que necesite y compre el producto. Con las empresas vendiendo lo que sea, el hombre deja de ser alguien que piensa y se convierte en alguien que consume, en alguien que carece de la capacidad para elegir, ha perdido parte de su libertad y ha pasado a la esclavitud. Todo lo que hacen y dicen las personas de esta sociedad, que naturalmente se enajenan, se reduce al consumo.
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