martes, 15 de febrero de 2011

La Furia Maya. Por Mauricio Flores...parte 1

“No te preguntes donde estas. Pregúntate a donde te diriges”



Mi nombre es María Morales y me dicen la furia Maya. No le tengo miedo a nadie, aprendí que el miedo es para negar la realidad y yo estoy segura de mi realidad. A los tres años mi mamá me abandonó a merced del alcohólico de mi tío, a los diez yo me ganaba el pan trabajando en la fábrica de zapatos del viejo Ramón y fue hasta los quince cuando comencé a darme cuenta que mi lugar estaba arriba, donde los valientes no lloran, donde la sangre corre y la victoria grita; me refiero a los ring’s de pelea. Pasado los tres meses de dicho cumpleaños, me encontraba terminando mi jornada laboral, ya era tarde por lo que habitualmente todos salíamos cansados y entumidos de las piernas. Muchos preferían esperar el bus pero a mí me gustaba caminar para estirar los pies, finalmente pensar que un fantasma me quería asustar era una idea ridícula. Fue entonces cuando, al adentrarme en una calle cercana a la fábrica, sufrí de una emboscada por tres señores con pasamontañas. Embargada por el miedo comencé a correr. Ellos me siguieron en sus motocicletas hasta que me interceptaron y dispararon una solución con efecto somnífero hiriendo mi cuello. Mientras yo caía al suelo pensando que era mi fin, ellos me dijeron que solo querían hablar conmigo sobre una mujer que les debía un dinero. Por obvias razones y las circunstancias de la insegura sociedad en la que vivimos no les creí y preferí hacerme a la idea que dejarme vencer y entregarme a la muerte era mejor para mi tranquilidad. Inconsciente me aferré a la posesión material que mas adoraba, un collar con la imagen de Santa Sara que es patrona de la comunidad gitana, la cual había sido un obsequio de mi madre.


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