miércoles, 29 de diciembre de 2010

Lo que se desprende, lo que se va...


Hoy me tocó despedirme de una parte de mi, desafortunadamente fue una parte que amaba pero sé que si la conservaba sufriría mucho, más de lo que ya he sufrido. Muchas noches durante mi viaje me preguntaba si esa emoción que causaba pensar en esta persona era buena o terminaría perjudicándome. Hoy, querido lector, puedo decirte que los fantasmas del pasado los tenemos que dejar de donde vienen o no tendremos oportunidad de progresar, nuevos proyectos, nuevos sentimientos, nuevas emociones y nuevos amores. Tan pronto llegamos a este mundo nos aferramos a la vida y es por ello que desarrollamos el instinto de lucha. Pero en ocasiones el luchar por todo, por la subsistencia de las cosas puede que nos haga muy infelices. Yo solía ser alguien idealista que solía creer en la justicia, en la lucha social y en el apoyo a la sociedad. Y hasta la fecha sigo creyendo en ello, después de todo son mis convicciones, pero los viajes que haces a través de la vida te enseñan que las cosas no siempre son como deberían ser y que pretender cambiarlas puede hacer la diferencia pero no el hecho. Hoy decido dejar de atormentarme, porque me considero buena persona y si no encuentro a una persona que me comprenda de este lado quizás sea del otro. El miedo a lo desconocido y el miedo a perder lo seguro es lo que en ocasiones nos desvía de nuestro camino, lo que sea que hagamos en la vida debemos hacerlo con seguridad y siempre pensando en el mejor panorama, que todo saldrá bien. Apoyándonos en los que nos quieren y nos aprecian es fundamental. Todo ello porque si las cosas salen mal necesitaremos a un amigo, a una autoestima, a una imagen de nosotros que nos diga “eres perfecto y no es tu culpa” que permita levantarnos entre lagrimas y no derrumbarnos y ahogarnos en la depresión. Esta parte que se desprende de mí lo hace para morir en el pasado y espero que la vida le pinte mejor pero que si por azares del destino llega de nuevo a mi vida estaré aquí sentado con una copa de vino y listo para escuchar, consolar y apoyar al desafortunado, pero no esperaré mas.



lunes, 27 de diciembre de 2010

Cuando me valla

Cuando me valla quisiera decirte lo mucho que te extrañare, que posiblemente no fui el mejor amante, el mejor amigo, el mejor ser humano. Podría pasar mucho tiempo para que te dieras cuenta de que mis acciones solo fueron para protegerte, porque desde el inicio fui tu admirador y sentí un gran respeto por lo que eres, por como tratas a las personas y sobre todo lo que causas en ellas. Cuando me valla será momento de sellar nuestro pacto, que nuestra relación seguirá y que los buenos tiempos siempre estarán con nosotros, en el recuerdo y en nuestras mentes. Hoy posiblemente no valoramos la dicha de tenernos el uno al otro y que es innegable el hecho de que, lo más seguro, al amanecer estaremos de nuevo en presencia del otro como rutina. Cuando me valla, quiero que guardes tus lágrimas y me desees lo mejor, porque me hará más falta un amigo en oraciones que un ser humano en lamentos y anhelos. Me gustaría que no discutiéramos el motivo de mi partida, solo quiero que sepas que estaré listo para mi viaje y que así como me voy probablemente algún día regrese. Si me voy es porque busco a alguien que en nuestro horizonte no existe, porque las personas de este lugar me han herido y no comprenderían mi actuar y mi pensamiento. Solo déjame ir, déjame ser libre y déjame ir tras esta persona, tras este ente imaginario que probablemente no existe pero que no descansaré hasta encontrarlo porque ¿de qué va la vida sino del amor? ¿de qué sirven los mejores años si no tengo con quien compartirlos?¿de qué sirve tener la capacidad de protección si no hay a quien proteger?. No puedo esperar más, la vida se me escapa de las manos y no quiero ser víctima de mis propios defectos. Y precisamente, sé que estoy mal, que me apena ser quien soy, que mi pensamiento no es el mejor, que mis razonamientos no son cómodos para los demás, que la forma de hablarle a la gente no es correcta pero ¿acaso es mejor la mediocridad y la hipocresía de las personas? ¿a caso se justifica el egocentrismo y la falta de interés refugiados en mis errores?. Solo quiero dejar claro que las personas de este lugar, y de él en concreto, emanaron el más maravilloso sentimiento que existe y por ello doy gracias pero no soy así, no puedo dar lo que pide y no puedo ofrecer lo que no tengo. Por eso me voy, tomaré mis lentes y me alejaré en busca de un horizonte, de un ente imaginario y con suerte lo encontraré y en el peor de los casos me perderé entre memorias, gritos y lagrimas que no fueron.

sábado, 25 de diciembre de 2010

El regreso

Y después de unos meses vuelvo a escribir.

En estos meses de ausencia han pasado muchas cosas. Comenzaré por explicar el motivo de mi ausencia.

Recordarán que estaba descubriendo y probando las mieles del “amor”. Y decidí emprender mi viaje para buscarlo, encontrarlo y disfrutarlo. Pues no funciono, y no funciono básicamente porque nunca pasó y mi error fue creer. Creer que pasaría, creer en la gente, creer en un cambio y creer en los sentimientos. Vuelvo a las letras porque en ellas encuentro refugio, las letras conjuran magia que ni el más divino sentimiento (el amor) nos puede proteger. ¿Saben cuál es el principal problema del hombre? En realidad son dos. El primero es que se ha vuelto sumamente materialista y como consecuencia egocéntrica. El segundo es que es prejuicioso y prefiere hacer un juicio falso para ahorrarse el descubrir que hay dentro de cada persona. Y este juicio no solo es llevado por la apariencia si no también pos sentimientos y la supuesta belleza que merecen. No digo que esté mal, todos sabemos qué lugar nos corresponde en el corazón de cada persona. Pero si hiciéramos el intento, cambiaríamos y daríamos oportunidad a una persona físicamente “menos atractiva” pero que quizás nos haría más felices. Hace un par de día me encontraba platicando con un amigo y le decía: “ el día que encuentre el verdadero amor, siento que seré un estupendo novio, porque estoy dispuesto a brindar todo lo que tengo y apoyar al 100% siempre que realmente este convencido de que es amor”. Pues analizándolo encontré un grave problema, porque siempre buscaré algo que no voy a encontrar. Es decir, quiero encontrar alguien que realmente pueda dar lo que yo estaría dispuesto a dar y eso es lo que no pude encontrar en mi viaje, en mi ausencia.

Así, querido lector volveré a escribir sobre lo perfecto e imperfecto del sentimiento más maravilloso del mundo. También me gustaría narrar un par de anécdotas que recabe en mi corto viaje y pues recibamos a este 2011 amándonos y amando a los demás. Felices fiestas!!